Preocupaciones
No se aflija con anticipación, pues es posible que la vida resuelva su problema, hoy aún, sin ningún esfuerzo de su parte.
No es la preocupación que anonada a la persona, pero sí la preocupación en virtud de la preocupación.
Antes de sus dificultades de ahora, usted ya enfrentó innúmeras otras y ya se libró de todas ellas, con el auxilio invisible de Dios.
Una persona ocupada en servir nunca dispone de tiempo para comentar injuria o ingratitud.
Dijo un notable filósofo: "una criatura irritada está siempre llena de veneno", y podemos añadir: "y de enfermedades también".
Trabaje antes, durante y después de cualquier crisis y el trabajo garantizará su paz.
Cuente las bendiciones que le enriquecen la vida, anotando los males que acaso le visiten el corazón, para reconocer el saldo inmenso de ventajas a su favor.
Generalmente, el mal es el bien mal interpretado.
En cualquier fracaso, comprenda que si usted trabaja, puede igualmente servir, y quien puede servir trae consigo un tesoro en las manos.
Por mayor que le sea el fardo del sufrimiento, acuérdese de que Dios, que aguantó con usted ayer, aguantará también hoy.
XAVIER, Francisco Cândido. Senal Verde. Por el Espíritu André Luiz. Federación Espírita Española. Capitulo 25.