En Materia Afectiva
Siempre es necesario mucho cuidado en el trato de los problemas afectivos de los otros, porque muchas veces los otros, ni ligeramente piensan en aquello que podamos pensar.
Los espíritus adultos saben que, por ahora, en la Tierra, nadie puede, en sana conciencia, trazar la frontera entre normalidad y anormalidad, en las cuestiones afectivas de sentido profundo.
Los pregoneros de moral rigurosa, en asuntos de amor, pocas veces no caen en las situaciones que condenan.
Toda persona que lesiona a otra, en los compromisos del corazón, está fatalmente lesionándose a sí misma.
Respete las uniones y las separaciones, entre las personas de su mundo particular, sin sorpresa o censura, una vez que usted no conoce sus razones de origen.
Las necesidades de su alma, en esenia, son muy diferentes de las necesidades ajenas.
En lo que se refiere a los sufrimientos del amor, sólo Dios sabe dónde están la caída o la victoria.
Jamás bromee con los sentimientos del prójimo.
No asuma deberes afectivos que usted no pueda o no quiera mantener.
Amor, en su existencia, será aquello que usted hiciera de él.
Usted recibirá, en retorno, todo lo que dé a los otros, según la ley que nos gobierna el destino.
Ante los errores del amor, si usted nunca erró por emoción, imaginación, intención o acción, arroje la primera piedra, conforme recomienda Jesús.
XAVIER, Francisco Cândido. Senal Verde. Por el Espíritu André Luiz. Federación Espírita Española. Capitulo 38.