En las obligaciones de la vida
Recuerda: Dios nos creó para la ejecución de determinadas obligaciones, en
las que nos haremos felices.
No digas que la Tierra es un mundo exclusivamente de pruebas.
En cualquier grado de la evolución, puedes instalarte en el lugar propicio a la
creación de tus propias alegrías.
Es necesario reconocer que te encuentras en la condición cierta y con las
criaturas más adecuadas para la tarea a cumplir.
Sepa que nadie consigue realizar algo sin el apoyo de algunos, compitiéndonos
a todos adquirir paciencia y tolerancia de uno para con los otros.
Aprendamos a vivir sin reclamaciones y sin quejas.
La mayoría de los obstáculos y problemas, que enfrentamos en el cumplimiento
de nuestros deberes, parten de nosotros y no de los demás.
Adaptarnos a las exigencias del trabajo a realizar, sin perder altura en el ideal
superior que abrazamos, es la norma de triunfo en nuestras obligaciones.
Recordémonos de que todos aquellos que saben disculpar las dificultades y
fallas ajenas están creando factores en base a su propio éxito.
Quien se consagra a servir, sirve para vivir, honrando la vida en cualquier
posición.
XAVIER, Francisco Cândido. Calma. Por el Espíritu Emmanuel. 4.ed. IDE, 2003. Capitulo 1.