Diferencia
"Crees que hay un solo Dios: haces bien. También los demonios lo creen, y estremecen." (TIAGO, 2:19.)
La advertencia del apóstol es de esencial importancia en el aviso espiritual.
Esperar beneficios del Cielo es actitud común a todos.
Adorar al Señor puede ser trabajo de justos e injustos.
Admitir la existencia del Gobierno Divino es trazo dominante de todas las criaturas.
Aceptar el Supremo Poder es propio de buenos y malos.
Santiago fue divinamente inspirado en este versículo, porque sus palabras definen la diferencia entre creer en Dios y hacer su Sublime Voluntad.
La inteligencia es atributo de todos.
La cognición procede de la experiencia.
El ser vivo evoluciona siempre y quien evoluciona aprende y conoce.
La diferenciación entre el genio del mal y el genio del bien permanece en la dirección del conocimiento.
El demonio, como símbolo del mal, ejecuta los propios deseos, muchas veces desvariados y oscuros.
El ángel se identifica con los designios del Eterno y los cumple donde se encuentra.
Recuerda, pues, que no basta la escuela religiosa a la que te afilias para que el problema de felicidad personal alcance la solución deseada.
Adorar al Señor, esperar y creer en El son actitudes características de toda la gente.
La única señal que te revelará la condición más noble estará impresa en la acción que desenvolvieras en la vida, a fin de ejecutarle los designios, porque, en verdad, no adelanta mucho al perfeccionamiento el acto de acreditar en el bien que viniera de Señor y si la diligencia en practicar el bien, hoy, aquí y ahora en su nombre.
XAVIER, Francisco Cândido. Fuente Viva. Por el Espíritu Emmanuel. FEB. Capitulo 20.