En Nuestras Tareas
"... no ambiciones cosa s altas, más acomodaos a las humildes." Pablo. (ROMANOS. 12:16.)
"No ambicionéis las cosas altas, más acomodaos a las humildes" recomienda el apóstol, sensatamente.
Muchos aprendices del Evangelio ansían las grandes realizaciones de un día para otro...
La corona de la santidad...
El poder de cura...
La gloria del conocimiento superior...
Las edificaciones de gran alcance...
Entretanto, aspirar solo para si no basta para la realización.
Todo, en los círculos de la Naturaleza, obedece al espíritu de secuencia.
El árbol victorioso en la cosecha paso por la condición del arbusto frágil.
La catarata que mueve poderosas turbinas es un conjunto de hilos de agua en el nacimiento.
Imponente es el proyecto para la construcción de una casa noble, no en tanto, es indispensable el servicio del pico y de la pala, del ladrillo y de la piedra, para que el arte y el confort se expresen.
Abracemos los deberes humildes con devoción en nuestro ideal de progreso y triunfo.
Por más ardua y más simple sea nuestra obligación, atendámosla con amor.
La palabra de Pablo es sabia y justa, porque, escalando con firmeza las fajas inferiores del monte con facilidad le conquistamos la cima y, aceptando de buena voluntad las tareas pequeñas, las grandes tareas vendrán espontáneamente a nuestro encuentro.
XAVIER, Francisco Cândido. Fuente Viva. Por el Espíritu Emmanuel. FEB. Capitulo 118.